Gerard Piqué, exfutbolista y actual empresario, se ha visto envuelto en una polémica que pone en duda la ética de sus negocios. El acuerdo entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y Arabia Saudí para la celebración de la Supercopa de España en el país asiático ha estado bajo el escrutinio de las autoridades, tras salir a la luz posibles irregularidades en la negociación. Piqué, a través de su empresa Kosmos, fue uno de los actores principales en la intermediación de este contrato, lo que ha generado incertidumbre sobre los métodos de operación utilizados.
Desde su retiro del fútbol profesional, Piqué ha diversificado sus inversiones, destacándose en el mundo de los deportes, el entretenimiento y la tecnología. Kosmos Holding, la firma que fundó en 2017, ha sido clave en la transformación de eventos deportivos tradicionales, y su influencia ha sido especialmente visible en el caso de la Supercopa. Sin embargo, las recientes acusaciones de irregularidades relacionadas con el acuerdo con Arabia Saudí han empañado la imagen de su expansión empresarial.
Según fuentes cercanas a la negociación, el acuerdo que permitió la celebración de la Supercopa en Arabia Saudí implicaba pagos millonarios, aunque los detalles de cómo se distribuyeron esos fondos siguen siendo confusos. Piqué, a través de Kosmos, habría intermediado entre la RFEF y el gobierno saudí, ganando comisiones significativas por su rol, lo que ha generado cuestionamientos sobre la transparencia de las operaciones.
Además, las autoridades fiscales y deportivas españolas están investigando si estos acuerdos violaron las normativas de contratación pública y si existieron pagos fuera de lugar o ventajas indebidas en favor de ciertas partes involucradas. Mientras tanto, Piqué ha defendido su actuación, asegurando que todas las gestiones se realizaron dentro de los márgenes legales y contractuales.
El impacto financiero y reputacional
Desde una perspectiva financiera, el acuerdo con Arabia Saudí fue un gran negocio tanto para la RFEF como para Kosmos, que vio en el país árabe un mercado con alto poder adquisitivo dispuesto a invertir en fútbol. Sin embargo, las sombras sobre las negociaciones podrían poner en riesgo futuras oportunidades comerciales para Piqué y su empresa.
El caso también plantea interrogantes sobre las prácticas empresariales de los exdeportistas en el mundo corporativo. Aunque muchos ven a Piqué como un pionero en la modernización de los negocios deportivos, otros lo acusan de aprovechar su influencia para conseguir acuerdos que favorezcan sus intereses personales y económicos, más allá del beneficio de las instituciones.
Con la investigación aún en curso, el futuro de Piqué como empresario podría verse afectado, tanto en términos de reputación como de potenciales sanciones. La controversia sobre la Supercopa de España en Arabia Saudí es solo una de las múltiples sombras que ha empezado a proyectarse sobre la carrera empresarial del exfutbolista, cuya influencia sigue siendo notable, pero cuyo camino empresarial deberá demostrar estar tan bien cimentado como lo estuvo su legado deportivo.
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